Si hay deuda previsional, el despido puede declararse nulo.
Hay ocasiones en que una relación laboral simplemente no funciona y es necesario ponerle término. En estos casos, es preciso tener en cuenta la obligatoriedad del pago de cotizaciones previsionales atrasadas como requisito previo a un despido.
La Ley Bustos se aplica a todos los trabajadores sin excepción, incluidos los temporeros y trabajadores de casa particular.
¡Atención! Esta ley no aplica cuando la salida del trabajador es por mutuo acuerdo o cuando hay una renuncia voluntaria.
¿Hay que demostrar el pago al momento del despido?
Junto con el aviso de término de contrato el empleador debe entregar certificados (o planillas de pago) que acrediten que tiene pagadas las siguientes cotizaciones previsionales:
- Cotizaciones de pensiones (AFP o INP)
- Cotizaciones de salud (Fonasa o Isapre)
- Cotizaciones del seguro de cesantía (Ley Nº19.728), si correspondiere
¿Qué pasa si las cotizaciones no están pagadas?
Si las cotizaciones no están pagadas antes o en el día establecido para el despido, este simplemente se anula. Como el contrato no termina, el empleador debe seguir pagando las remuneraciones y cotizaciones previsionales durante todo el periodo que tarde en saldar la deuda previsional original. No es necesario que el trabajador siga prestando servicios mientras para hacerse acreedor a estas remuneraciones.
¿Hay plazos para reclamar las cotizaciones impagas?
Si el trabajador(a) se da cuenta de que el empleador(a) le adeudaba cotizaciones previsionales después de firmar el finiquito, puede hacer un reclamo ante la Inspección del Trabajo para alcanzar un acuerdo de pago. También tiene un plazo de seis meses para recurrir a los Tribunales del Trabajo para solicitar la nulidad del despido, con asistencia de un abogado.
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